El Centro Judicial de Mediación de Capital, de Corrientes, incorporó una intérprete en lengua de señas para garantizar la “plena escucha” de dos personas sordas. La negociación cerró con acuerdo de alimentos y el compromiso de establecer una comunicación continua que respetara los tiempos de los niños y las actividades laborales de sus progenitores.

La mediación puso fin al conflicto a través de un acuerdo de partes. Durante las audiencias, se respetaron los tiempos de las partes y se logró eficacia en la comunicación.

La mediadora Alejandra Isabel Espíndola, integrante del Poder Judicial y capacitada en lenguaje de señas, participó de las tres audiencias realizadas.

Asimismo, intervino en el caso la Asesoría de Menores n.° 3 en representación de los niños de 7, 9 y 12 años. Durante el proceso de mediación, también colaboró la tía de los chicos (tercera referente afectivo de la actora) y la profesora de educación especial Maricel Vallejos, del Área de Capacitación del Poder Judicial.

Solución del conflicto

La causa comenzó en el Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia n.° 2, de donde fue derivada al Centro Judicial de Mediación. Las partes acordaron que el porcentaje del 35 % del neto que percibe el papá cubriría los alimentos a favor de los tres hijos, además de la escolaridad, el proporcional del SAC y la obra social para ellos.

Sobre el derecho a comunicación, ambos acordaron que sea amplia y fluida a favor del papá, para priorizar el interés superior de los tres hijos. 

En este marco, se comprometieron a que la comunicación paterno-filial se hiciera de manera continua y se respetaran los tiempos de los menores en lo referente a actividades curriculares y extracurriculares, como así también las actividades laborales de cada padre, con el fin de fortalecer el vínculo familiar.

Fuente: Poder Judicial de Corrientes